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La vida de un/a cuidador/a cambia radicalmente como resultado de la responsabilidad y dedicación requeridas, lo que produce un cambio importante en su calidad de vida. En consecuencia, están en peligro de sufrir del síndrome de burnout o “síndrome del trabajador quemado”, que produce un profundo agotamiento emocional y físico al vivir con y cuidar a una persona dependiente. Es vital conocer sus síntomas para evitar verse afectado/a.
El cuidado no causa depresión ni todos los/as cuidadores/as experimentan los sentimientos negativos que acompañan a la depresión. Sin embargo, en su esfuerzo por proporcionar el mejor cuidado posible a un familiar o amigo/a, los/as cuidadores/as a menudo sacrifican sus propias necesidades emocionales y físicas.
La depresión en las personas mayores o dependientes es un fenómeno bastante común que a menudo se confunde con otras enfermedades o patologías, por lo tanto, es importante prestar atención a los síntomas típicos de la depresión.
Dado el alto nivel de dedicación que se requiere para atender a una persona dependiente, los/as cuidadores/as sienten que todas las demás áreas de su vida diaria se ven afectadas, lo que en última instancia puede conducir a la exclusión social. Por lo tanto, es vital cuidar de uno/a mismo/a primero, con el fin de poder proporcionar una asistencia adecuada a su ser querido.
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Fatiga, depresión y exclusión social del/de la cuidador/a:90% completo