«Mamá, cada vez que me lavo las manos la mitad de los gérmenes permanecerán. Incluso si me las lavo mil veces algunos gérmenes seguirán ahí. Por lo tanto, no tiene sentido lavarse las manos. Está demostrado matemáticamente.»
Según los estudios, el lavado y la higiene adecuados de las manos reducen el riesgo de infección y de enfermar incluso a la mitad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la mejor manera de prevenir el contagio de enfermedades es lavarse las manos con agua y jabón. El efecto óptimo se consigue lavándose las manos durante 30 segundos, utilizando jabón antibacteriano o un líquido desinfectante adicional.
Las manos deben lavarse entre 5 y 7 veces al día, especialmente después de salir del baño, de tener contacto con animales, así como antes de preparar y comer las comidas. Los gérmenes de las manos pueden entrar en el tracto digestivo como resultado de chuparse los dedos, introducirse en la boca diversos objetos cotidianos (por ejemplo, un bolígrafo) o a través de alimentos contaminados. Basta con tocar inconscientemente la zona de la nariz, la boca o los ojos con las manos sucias para que los gérmenes o virus entren en el sistema.
Lavarse las manos paso a paso
Mójate las manos con agua
Deposita en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir todas las superficies de la mano
Frótate las palmas de las manos entre sí
Frótate la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos y viceversa
Frótate las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados
Frótate el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándote los dedos
Frótate con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo, atrapándolo con la palma de la mano derecha y viceversa
Frótate la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación y viceversa
Enjuágate las manos con agua
Sécate con una toalla desechable
Utiliza la toalla para cerrar el grifo
Ahora tus manos son seguras
Fuente: Organización Mundial de la Salud. ¿Cómo lavarse las manos? Descargar PDF
Desinfección
Los virus pueden persistir en diferentes superficies, y a partir de ahí pueden seguir transfiriéndose o pueden infectar a una persona: basta con tocar un asa infectada y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos. Conviene recordar la desinfección periódica de las manillas y otros objetos cotidianos, como los teclados de los ordenadores o los teléfonos móviles.
Recuerda:
Cada vez que una persona toca la manilla de una puerta, billetes, monedas o los pasamanos en lugares públicos (por ejemplo, en el transporte público) sus manos están en contacto con entre 10.000 y 100.000 microbios. Tan sólo medio minuto de lavado de manos es suficiente para limpiar nuestras manos de aproximadamente el 90% de las bacterias.
También es importante desinfectar el hogar de la persona mayor.
Ventilar la vivienda
Ventilar la vivienda ayuda a eliminar los virus y otros contaminantes del aire. Es uno de los métodos más sencillos y eficaces para limpiar el aire de la vivienda. Para ello, basta con abrir las ventanas de par en par durante unos minutos (la persona mayor debe estar en otra habitación). Esta forma es mucho más eficaz que dejar la ventana ligeramente abierta durante más tiempo. Además, ventilar la casa tiene un efecto beneficioso sobre el estado de las mucosas, que son una de las barreras protectoras del organismo.
Lugares de la casa que requieren especial atención
Hay que prestar especial atención a la desinfección de los lugares que se tocan con más frecuencia. Entre ellos se encuentran las manillas de la puerta principal y las del interior de la vivienda. Limpia cuidadosamente los pomos de las puertas, los interruptores de la luz, los auriculares del interfono, los tiradores de los muebles, los mandos a distancia, los interruptores y botones de todos los aparatos y electrodomésticos, los teléfonos y las llaves.
Para neutralizar por completo los microorganismos patógenos, utiliza productos de limpieza con cloro y los basados en alcohol etílico, preferiblemente con un contenido superior al 60% de etanol. También se pueden utilizar aceites esenciales con propiedades antivirales, como el aceite de árbol de té, de eucalipto o de tomillo, que se pueden adquirir en una farmacia. Los aceites pueden utilizarse como complemento a los líquidos a base de alcohol o de jabón.
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Cuidado e higiene durante una epidemia:60% completo