En pocas palabras, aprendí a elegir mis nutrientes sabiamente
Dietas especiales para los ancianos: dependiendo de las necesidades individuales y de la salud de los ancianos, un médico o nutricionista puede recomendar una de las dietas especiales:
Dieta sin gluten
Es una dieta que excluye comer trigo, centeno, cebada y avena contaminada con los cereales anteriores. La indicación más importante para su uso es la enfermedad celíaca diagnosticada, la intolerancia al gluten, la alergia al gluten y la enfermedad de Dühring. A veces se recomienda para pacientes con enfermedad de Hashimoto y síndrome del intestino irritable.
Dieta fácilmente digerible
Esta dieta proporciona la misma cantidad de energía y nutrientes que la dieta de las personas sanas, pero consiste en productos que no sobrecargan el sistema digestivo (limitando los alimentos ricos en fibra, grasa y especias picantes). Se utiliza, entre otros, para personas con enfermedades gastrointestinales, periodontitis y personas mayores que han sido sometidas a procedimientos quirúrgicos.
Dieta baja en grasas
Esta dieta tiene como objetivo reducir el consumo diario de grasas, principalmente de origen animal, y sustituirlas por grasas vegetales y pescado. Una dieta baja en grasas ayuda a mantener los niveles normales de glucosa en sangre, reduce el colesterol LDL en el cuerpo y también tiene un efecto anticoagulante.
No debes empezar una dieta especial por tu cuenta – siempre lo debe decidir un médico o dietista. Hay muchas dietas que pueden ser peligrosas (por ejemplo, una dieta baja en carbohidratos aumenta el riesgo de aterosclerosis, enfermedad hepática y piedras en los riñones). Por lo tanto, ¡cualquier cambio en la dieta debe ser consultado con un especialista!
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